Cheesecake japonés esponjoso
Una auténtica delicia que sorprende por su textura
Este Cheesecake japonés esponjoso es fruto de la insistencia de mi hija menor, Marieta, a la que le gustan mucho los dulces y que está muy interesada por la cultura de aquel país.
Una vez aclarado el origen había que salvar un escollo nada menor: no me gustan ni los dulces ni me apasiona demasiado la cocina dulce. He de decir, sin embargo, que disfruté mucho haciéndolo. Y mi familia todavía más comiéndolo.
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Ingredientes:
6 huevos talla L
200 gr. de queso crema
90 gr. de harina
55 gr. de mantequilla sin sal
80 ml. de leche entera
130 gr. de azúcar
Un limón
Sal marina
Preparación:
Lo primero: separamos claras de yemas. Reservamos en la nevera hasta que las utilicemos
Ponemos la leche en un cazo, le añadimos la mantequilla
Incorporamos el queso, 60 gr. del azúcar y removemos hasta que funda todo y no queden grumos
En ese momento apartamos del fuego, rallamos la piel del limón (cuidando de no llevarnos las partes blancas, que amargan) y lo incorporamos. También un poquito de sal marina. Dejamos atemperar
Cuando esté templado tirando a frío, añadimos las yemas ligeramente batidas y las integramos. Tamizamos ahí la harina, mezclamos bien y reservamos
Tomamos ahora las claras y empezamos a montarlas. Cuando empiecen a espumar, añadimos dos cucharadas de zumo de limón y el resto del azúcar, pero en tres veces mientras vamos montando
Cuando veamos que las claras van formando «picos» al levantar la batidora, sabremos que está hecho
Luego añadimos tres cucharadas de las claras montadas al cazo donde está la otra elaboración e integramos con movimientos envolventes y suaves
Cuando esté bien mezclado, llevamos todo el cazo pequeño al bol de las claras montadas y lo mismo: movimientos envolventes, suave, sin prisa hasta que se integre bien y tenga un color uniforme
Luego forramos el fondo de un molde con papel de horno ligeramente humedecido, echamos ahí la masa y golpeamos ligeramente para que salga el aire. OJO: el recipiente que sea hermético. Yo me la jugué utilizando un molde de esos con cierre y de milagro no se me coló agua, ya que la cocción es al baño maría
Metemos el molde en otro recipiente con agua tibia que le cubra hasta la mitad y al horno. Primero 40 minutos a 160 grados; luego 40 minutos a 130 grados y dejamos reposar en el horno ya apagado unos 15 minutos más
Finalmente dejamos atemperar, desmoldamos, comprobamos la esponjosidad y decoramos al gusto. Riquísimo